Ya pasaron 40 días desde que tuviste a tu bebé.
Probablemente estás cansada, con las hormonas revueltas, tu pancita no es la misma de antes. Quieres ponerte tus jeans pre-embarazo y no entran y lo único que se te viene a la cabeza es "tengo que hacer dieta y ejercicio cuanto antes."
Queremos ayudarte a romper algunos mitos del postparto que NO te ayudarán en nada a tu recuperación.
1. Tengo que hacer dieta:
No tienes que hacer nada. Ni deberías. En este momento tu cuerpo está enfocado en sanar todos los tejidos que se rompieron, la herida que dejó la placenta, una episiotomía o desgarro o la herida de una cesárea. Si tu le pides a tu cuerpo que haga un déficit de calorías, automáticamente entrará en modo "corre y pánico" lo que significa que pondrá toda la grasa en reserva, y subirán tus niveles de cortisol (la hormona del estrés). Al subir esta hormona puede afectar tu producción de leche materna (si estás lactando) afectar tu sueño (más de lo que ya se ve afectado por tu bebé). Este es el momento de nutrir tu cuerpo, con mucha proteína, vegetales, carbohidratos, y grasas saludables.
2. Debería usar faja:
Las fajas moldeadoras que te prometen una figura de cintura de abeja solo traerán problemas a largo plazo. Al apretar tus músculos, especialmente si las utilizas por un tiempo prolongado o hasta para dormir, los van debilitando aún más (ya quedaron débiles con tu embarazo). También te cortan la respiración y no permiten que el oxígeno fluya a los órganos que en este momento más lo necesitan. Procura utilizar ropa que te de soporte pero que puedas colocar tus dedos entre la pretina y tu piel, sin apretar ni marcar la piel.
3. Me uniré al gym y comenzaré los abdominales:
Tu cuerpo necesita tiempo para sanar y fortalecer los músculos. Imagínate que hubieses salido de una cirugía de rodilla y al mes decides ir a correr una maratón. No lo harías, ¿verdad? Bueno, lo mismo sucede en el postparto, tienes que darle tiempo a tu cuerpo de sanar y fortalecer. Los abdominales son un ejercicio que no fortalecer tu abdomen, especialmente si ya está debilitado. Lo que debes hacer son ejercicios adecuados para fortalecer la musculatura profunda. Busca la ayuda de un Coach Pre y Postnatal para que te ayude.
4. Nunca más podré disfrutar del sexo con mi pareja:
No tiene porqué ser así. Si estás presentando molestias en las relaciones sexuales (después de haber sanado heridas y cicatrices por supuesto) o tienes alguna disfunción ocasionada por el embarazo, el parto o solo estrés debes acudir a un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico para que pueda ayudarte. Esto no es normal.
5. La pancita postparto jamás será igual:
Tu cuerpo ha creado una vida, y con esto vienen varios cambios. Tus músculos se han movido para hacer espacio para tu bebé, creando una diástasis abdominal. Puede que después de tu embarazo estos músculos no hayan retornado a su lugar, creando una protuberancia hacia el frente que parece que aún estuvieras embarazada. Esto es completamente normal y lo sufren entre el 67% y 80% de las mujeres y tiene solución. La solución inicia con cuidar tu postura diaria, aprender a respirar con el diafragma (en lugar de tu pecho) y gentilmente ir activando los músculos profundos del abdomen para comenzar a fortalecerlos. Tu pancita si se puede mejorar y fortalecer, no pierdas la esperanza.
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